domingo, agosto 12, 2007

Tengo que editarla pronto


Lo soñé hace unos días. Desde entonces lo recuerdo de tanto en tanto; esto que sucedió no se ha desinstalado de mi disco duro, o será que yo no quiero desinstalarlo.

Medio de apuro surgía la oportunidad de entrevistar a alguien. Medio de improviso resultaba ser yo la elegida para realizar esa entrevista. Cosa que me encanta, adoro hacer entrevistas. Lo disfruto a full, y he tenido la suerte de practicarlas con personas vinculadas a lo artístico. El candidato resultaba ser nada menos que Woody Allen. Ante la urgencia del "andá vos", evidentemente yo decía que sí: era una de esas experiencias que se presentan una vez por vida.

No tenía nada preparado, obvio. En cuestión de minutos iba a tener que abordar a este personaje con lo puesto, con lo que sabía de él como espectadora cinematográfica y admiradora. Digamos que al encuentro me llevaba a mí y a una bendita birome. [ Es difícil que yo ande sin una birome. Eso me quedó de una anécdota que cuenta Paul Auster en El cuaderno rojo. Siendo niño, sale con su padre y se encuentran con una superestrella del baseball. Piensa en pedirle un autógrafo a su ídolo y es entonces cuando se dan cuenta de que ninguno tiene lapicera. Se quedan sin la firma. Gran frustración y gran moraleja. A partir de que leí eso incorporé la enseñanza. Lo gracioso es que dos por tres encuentro biromes por ahí, en los rincones menos pensados de las habitaciones, caminando por la vereda, olvidadas en los muros. ]

Nos poníamos a hablar el señor Woody Allen y yo, pura improvisación la charla, yo sin pensar demasiado en cómo diablos iba a hacer para editar aquello más tarde, eso era un capítulo aparte.
No llevaba ni un miserable block. Sacaba algunos apuntes en servilletas y otros en unos pedazos de papel que podían ser, por ejemplo, los tickets del supermercado. Conversábamos en un cine. Era temprano, quizás las primeras horas de la tarde, no proyectaban nada todavía. Él me contaba algo sobre un viaje, no recuerdo bien qué. Me acuerdo que nos reímos juntos de algo que sucedió en ese momento, en una especie de complicidad de viejos amigos que me fascinó.

Yo salía de la entrevista con una sensación confusa pero estaba radiante. Me seguía riendo sola. ¡Quién te quita lo bailado! me dijo una amiga cuando le conté el sueño. Tiene razón.
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7 Comments:

At 8/13/2007 11:56 p. m., Blogger fgiucich said...

Y soñar no cuesta nada, por suerte. Abrazos.

 
At 8/14/2007 6:22 p. m., Blogger Yamandú Cuevas said...

Por fin logro entrar a dejar un comentario, hace meses que no lograba entrar a esta pantallita.

Que buen sueño!, fantástco, y no me resulta tan curioso lo de las lapiceras. Yo, que no soy jugador, cabalista, creyente, esotérico ni nada, vivo encontrando naipes. Si, así como lo leés, naipes. Adentro de un libro, en la vereda, en cualquier lado. El último lo encontré en el baño de Cinemateca Carnelli. ¿podés creer?

Besos.

 
At 8/15/2007 6:16 p. m., Blogger P. E. Rodríguez/R.Coll said...

Qué benevolencia la de tu inconsciente al forjar esa belleza.
Es como para estar agradecido de ese mar intranquilo al que noche a noche uno se arroja con más o menos fuerza.

Un abrazo.

 
At 8/15/2007 8:25 p. m., Blogger Ludmilla 1789 said...

-fgiucich - Y sí, ¡es lo que va quedando y no se pierde! Abrazos por allá también.

-Yama - ¿qué pasaba que no podías entrar?
Naipes he visto, pero en el baño de un cine, ¡eso ya es surrealista!
Lo mío son las lapiceras. Lo más increíble es que las que encuentro escriben, ja, ja!

-Rodrigo - Es eso exactamente, me siento agradecida de alguna manera. Porque frente a una noche de sobresaltos y pesadillas, te toca una buena como esta y das saltos (ya no sobresaltos...) de alegría.

 
At 8/15/2007 8:49 p. m., Blogger Ceryle said...

Me van a disculpar, Ludmilla y todos, pero a mí me parece horrible ese sueño. ¿W.A.? No sé, un Brad Pitt, como mínimo. Sola en un cine con W.A. Ah, no, yo estaría furiosa con mi inconsciente. A no ser qué... ¿no me digas que te gusta? ¡No!

 
At 8/15/2007 9:14 p. m., Blogger Ludmilla 1789 said...

Ceryle: Mirá que no era un sueño erótico, che, jua!!! No me gusta WA, quedate tranquila. Era un sueño de cinéfila y de profesional. Mirá que estuvo bueno, creeme.

 
At 8/16/2007 2:54 a. m., Blogger Ana said...

Eso de reirse junto a Wooody Allen en un clima de cierta complicidad... debe haberse sentido bien, muy bien, aún en sueños. Me hizo acordar de aquello "porque tus sueños te darán, lo que la vida no te da", aunque bueno, de repente se te da, nunca se sabe.

 

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