Renovando credos
Volvía a casa cargada de bolsas y paquetes, cansada después de haber caminado unas cuantas cuadras cuando me veo escrita en una pared, a mi izquierda, esta frase: Artigas son los padres. Tuvo su efecto, me quedé unos segundos en blanco y me des-cansé, me olvidé de la carga entreverada que llevaba, de los dedos hinchados y del calor. Felicito a su creador, quienquiera que haya sido.
Todo uruguayo/a tiene su recuerdo de Artigas en la escuela. Más allá de sus hazañas políticas sabemos que nació el 19 de junio de 1764 en Montevideo, que fue a un colegio católico, que se casó con su prima Rafaela Villagrán y que la pobre se volvió loca.
José Gervasio Artigas. Qué difícil llevar la carga -no ya de las bolsitas del super y ramos afines-, la de ser un Prócer. Y los titulazos que tuvo: Jefe de los Orientales y Protector de los Pueblos Libres. Pobre hombre, qué responsabilidad terrible en su vida y después de muerto.
Hace un tiempo, bastante ya, me enteré escuchando el informativo que el único retrato que tenemos de él tomado directamente de su persona es el de Artigas anciano. Vivió sus últimos días en Paraguay. A mí (y supongo que a mucha gente más) ese período de su vida no termina de quedarme claro. El punto es que ni siquiera sabemos qué cara tenía el Prócer, lo más cercano a la verdad es un viejito narigón. El hombre uniformado, elegante, con botas y ojos azules que pintó Blanes es una invención. El rostro acuñado en monedas e inmortalizado al trasluz en los billetes uruguayos, las hojas perforadas con la ilustración de la Batalla de las Piedras o el Congreso de Tres Cruces, los bustos de este señor que vemos, por ejemplo, en la plaza del balneario Parque del Plata... todo inventado...
Salvando las distancias es como Cristo, nadie sabe cuáles eran sus facciones pero muchos creen en él y ofrecen su fidelidad. Los militares en la época de la dictadura le rendían culto al federalista, se adueñaban de su figura. Terminada la dictadura varios grupos políticos tomaron su nombre o una hebra que permitiera retrotraerse a la gloria de su entorno.
Y ahora nos cuentan esto. Fue un golpe a una cotidianeidad flagrante el encontrar ese graffiti. Mierda... Si Artigas son los padres entonces... entonces nada, resulta que era todo mentira y nos engañaron burdamente. Alguien nos quiere despertar. Wake up you moron!
Con los Reyes Magos y Papá Noel es distinto. Alimentan la fantasía infantil y puede llegar a haber vivencias increíbles (los camellos caminando cerca de las estrellas, la estela que dejó en la alfombra la capa de Melchor). Caer en la cuenta de que no existen no es tan traumático, la mayoría de nosotros sobrevive en forma más o menos sana y digna a esa desilusión. Llega un momento en que uno mismo empieza a pensar que hay algo raro que no cierra; bien dicen que cuando la propina es grande hasta el santo desconfía. Lo esencial es justamente que esa creencia se da cuando somos niños: todo vale y todo deja de valer en segundos. Digo “pido” mientras estoy jugando, cruzo los dedos y dejo de existir unos segundos para ir al baño o atarme los cordones y después de esa desmaterialización ficticia vuelvo al ring, al juego con todas sus reglas. Sólo cuando se es pre-púber.
Las desilusiones de los adultos son Desilusiones. Te cuentan un secreto y algo se derrumba. Esa fue mi sensación, alguien me estaba contando en silencio un secreto. Lo susurraba en letras negras sobre un muro gris, a mí y a otro que pasara por esa vereda. No era un pasacalles, tampoco una pancarta en una manifestación sesentista. Tiene el tono de confesión que hay en otros graffiti: Meteoro, el Enmascarado es tu hermano. Puede parecer gracioso, de hecho lo es. Meteoro es un dibujo animado japonés. Artigas no.
Algo se quebró. Es irremediable. Imposible repararlo. Si el Prócer, el Jefe de los Orientales, el Protector de los Pueblos Libres, son los padres, ¿qué nos queda a los yoruguas para inspirarnos?
Me acuerdo de una nota que se había publicado hace muchos años en la revista "Punto y Aparte". Se titulaba Artigas no cree en lágrimas. No recuerdo bien su contenido pero sé que se refería al departamento de Artigas (además de calles, avenidas y bulevares un departamento entero lleva por nombre Artigas). Me gustó y me gusta la frase, el título de la nota: Artigas no cree en lágrimas.
Una cosa queda clara: no vamos a tener más regalos en este país. No hay quién los traiga. Los hubo quizás, cuando Artigas era Artigas y la gente sabía qué cara tenía, cuando creó el Reglamento para el Fomento de la Campaña y Seguridad de sus Hacendados. Ya no. No más. No más prebendas. Tampoco se puede llorar por él, es inútil, él no cree en llantos.
Sin embargo hay esperanza. Hay una salida. Nadie nos puede quitar el derecho a creer en algo o en alguien. En Artigas ya sabemos que no, el intento a la larga fracasó. Esa naranja, que intentaron convertir en pomelo, ya no da más jugo. Pero se puede creer en otras cosas. En el tarot egipcio, en las empanadas de carne picante, en el Clonoten, en las coronas de los dientes, en los kiwis que plantan en Canelones o en el manifiesto surrealista.
8 Comments:
Sí!! Son los padres. Siempre hay un grafitero genial que recoge el rumor de la calle, el estado espiritual de la ciudad, y una bloquera igualmente genial que lo recoge y lo acompaña con el grabado exactp.
Hay que celebrarlo. ¿Llegamos a nuestra madurez como nación? ¿Dejaremos de ser utópicos estúpidos para ser utópicos alegres y creadores?
Me gusta este Artigas con los pies en el barro, no se asusten, ya lo dijo Rodó grandilocuentemente: "en el barro de América".
Sigamos el ejemplo de la bloquera Ludmilla y que cada uno escriba su "Artigas y yo".
Artigas, que no ni no.
René Magritte, para demostrar que lo que hacía era la pintura de una pipa y no una pipa escribía al pié del cuadro: Ceci n´est pas une pipe.
Así que si tuviésemos una foto del verdadero José Gervasio tampoco podríamos decir “este es Artigas”, porque sólo estaríamos ante una foto suya.
A mi me Importa la “idea colectiva de Artigas” y no la imagen y su devenir (atenti: lo dice un artista plástico).
Al margen:
Durante mis años de escolar nunca terminé de comprender la frase “Sean los orientales tan ilustrados como valientes”, ya que sólo conocía el significado de la palabra ilustración como sinónimo de dibujo.
Redacto e ilustro: “Fuimos al Zoológico”.
Confirmaba que algo estaba fuera de sitio cuando leía en la tapa de “Las Aventuras de Juan el Zorro”: Ilustrado por Óscar Abín. ¿Por qué teníamos que ser ilustrados los orientales?. Porque valientes se sabe, pero ¿por qué debíamos estar dibujados, y por quién?.
Años más tarde comprendí el sentido de la “máxima”, pero conservo el juego de la incomprensión para divertirme a veces, y entonces pienso que algunos otros artistas han entendido la frase como yo de niño, y acatándola rigurosamente ilustraron ya no a cada uno de los orientales (enorme tarea) sino a su jefe, como símbolo y esencia de todos nosotros.
¿Que no podría dibujar un pueblo que ha creado a su propio prócer?
Así, pero con viento en la camiseta ilustramos nuestra bandera, nuestro escudo, el sellito de goma con la cara de José Pedro Varela, los números del 121 a Pocitos-Punta Carretas, la etiqueta del pulidor Bao, la P de Polyfom grabada en el orillo, El pibe comilón sentado en el barril de cerveza de La Pasiva, el logo del Frente Amplio y su bandera, el negrito que conduce el trencito de las galletitas Chiquilín, los naipes Tatú, la carátula del cuaderno de deberes, el mapa para llegar a la casa de Marindia..., etc.
(Vea usted don Gervasio como supimos cumplir)
Ahora, cuando quiero ilustrarme, me pongo tanto frente a un libro como ante un espejo.
"¿Llegamos a nuestra madurez como nación? ¿Dejaremos de ser utópicos estúpidos para ser utópicos alegres y creadores?" Quizás haya algo de eso, sí. Hay que dejar de repetir eso de que Uruguay es un país joven. Ya está, si el país fuera mujer a esta altura ya hubiera menstruado hace rato.
Yama, yo no estoy tan segura de que haya "una idea colectiva de Artigas". No lo creo. Hay casi 4 millones de ideas sobre Artigas, con puntos en común. Cada uno tendrá "su" Artiguitas en el corazón.
Cierto, el devenir de la imagen es secundario.
Coincido en que sí, que supimos cumplir.
(El Negrito de las galletitas Chiquilín... me hiciste acordar, se me pianta un lagrimón...)
Me perdí, perdón. No tomen este comentario como una pedrada. sólo deseo tener una mejor idea del punto en cuestión. Tá?
Va:
Si no entiendo mal, cuando vos decís Artigas son los padres vale por Artigas es un cuento, una fantasía, una ilusión, una mentira piadosa, una idea de algo bueno y lindo que se esfuma, que no es cierta.
Y yo, por lo menos así, sin más, no puedo compartir eso. No termino de entender el punto. Y perdón por la ignorancia.
Me resulta ingeniosa la forma del grafiti y también la celebro, pero no compro el contenido.
Tampoco me queda nada claro si somos o no una nación madura, ni que hay que hacer o como hay que ser para serlo. ¿Cuál sería un ejemplo de nación madura?, si ustedes conocen alguna por favor díganmela, así puedo acercarme a comprender el punto.
Y otra cosa (y perdonen que hoy esté agrio), no me gusta sentirme un utópico estúpido. He sido un utópico durante mucho tiempo y hoy, de alguna manera todavía lo soy (incluso uno alegre y creador). ¿Pero fue o es estúpido imaginar un mundo, un país, un barrio, una familia, un yo mejor?
¿De que estamos hablando en este post?, y de nuevo disculpen mi torpeza, pero no lo entiendo.
Cuando estaba en segundo año de escuela, mi madre era una católica redomada y mi padre era hijo de un requerido por la dictadura, se me dio por decir: "No creo en Dios ni en Artigas". Ah... sí, es una pena, pero son los padres, siempre son los padres. Y yo de chiquita ya sabía que no se les podía creer nada.
Shelley, entonces usted alborotó el avispero a los 7 años...
No me ofendí para nada Yama, al contrario. La idea es que ustedes opinen con sinceridad, juntos somos los constructores de este blog. Si no fuera así yo sería una especie de ególatra insoportable que se cree que se basta a sí misma, y lo último que quiero es ser eso. Siéntanse libres de decir lo que quieran. Ahora, eso sí, no digas que sos torpe, che...
Me parece que el post se me fue de las manos, está demasiado ramificado.
Para mí el "Artigas son los padres" equivale a decir que hay un Artigas que no corre más. (Ojo, es una interpretación, puede haber otras). Pienso que hay que cambiar de enfoque, renovar credos -como digo en el título- sin descartar totalmente lo que llevamos adentro. Pero Artigas sigue en carrera, por supuesto que sí. Con todo el respeto que se merece. Yo me pregunté qué idea tenía acerca de él y después de analizarla siento que tengo que modificarla, reformularla en parte.
Creo que de hecho no existen "naciones maduras", es algo aspiracional. En ese sentido pienso que está bien tomar esa idea como referencia y crecer un poco sin perder del todo ese algo de Peter Pan que tenemos. De alguna forma es como dice el Che, “endurecerse si perder la ternura”.
Y en cuanto a las utopías, soy una utópica emperdernida. Me han acusado de perder mi tiempo ocupándome de "pavadas" y no de las cosas "trascendentes". Imaginar ese mundo mejor (no sé si es el de Nativa, ¡ja!) es el motor de cada día, de cada instante. Si pensamos que no sirve creer en esas ideas, es como dice Idea Vilariño: "Si no / ¿para qué todo?".
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