miércoles, julio 26, 2006

El hábito hace al monje


Yo no puse condiciones para ir a la panadería. Ponerse la campera, sólo eso. Así que ella me acompañó llevando puesta además la corona plateada. Fue salir de casa y cruzar la calle. Los sábados la panadería está muy concurrida. Entramos ella y yo, ¿qué van a llevar?; eran unas cuantas personas atendiendo clientes a esa hora. Dos litros de leche y una flauta. Al fondo fueron a buscar la leche. Una princesa, tres adolescentes recién llegadas esperan turno y se sonríen. La princesa no sonríe porque es cosa seria formar parte de la familia real y actuar en consecuencia. La madre sí, por irresponsable. Pago, recojo el paquete y nos vamos. Cruzamos la calle en sentido inverso.


En mi casa mi hija se saca la campera y se deja la corona. Me cuenta enojada que un compañero de clase la molesta, a ella y a su hermano. Cabeza hueca. Su hermano corre con la desventaja de la diferencia de edad, aun así le hace frente y se pegan piñas. Está decidida, voy a llevar la corona a la escuela. Si la corona va a la escuela no vuelve, o en todo caso no vuelve en las mismas condiciones en que salió de acá. Así me la pongo y él se cree que soy una princesa. Mantengo mi seriedad con esfuerzo. Al pensar que es una princesa, se va a querer casar conmigo. Ah bueno... entonces él te gusta... Ella sigue firme en su estrategia: cuando me diga que se quiere casar conmigo, yo le digo que no.

Etiquetas:

8 Comments:

At 7/26/2006 11:59 a. m., Blogger Ana said...

Que ternura! La imaginación, el mundo como algo mágico, lo que no quita que algunas cosas las tiene claras la pequeñita!

 
At 7/26/2006 5:27 p. m., Blogger Yamandú Cuevas said...

Hace unos años, mientras paseaba por la feria de Villa Biarritz, me quedé asombradísimo por la actitud de una niña de poquísimo más de un año que, desde la upa de su madre, estiraba cuanto podía sus bracitos y flexionaba sus rechonchos deditos y hacía caras y gemía en dirección a una mini minifaldita escocesa que colgaba de una perchita, en clara señal de "¡quiero ésa, mamá, quiero ésa!"

Yo pensé: ¡que increíble, esta pioja todavía no sabe hablar y ya sabe exactamente lo que quiere y como exigirlo!

Ese pequeño evento junto a éste que narra Ludmilla ahora, no hacen otra cosa que renovar mi apasionamiento por las féminas. Cuanto más enigmáticas se hacen sus maneras, (tengan la edad que tengan) más me seducen.

Beso a la princesa y… tiemblen varones!

 
At 7/26/2006 8:01 p. m., Blogger fgiucich said...

Hermoso relato de una princesa decidida a todo. Abrazos.

 
At 7/27/2006 11:31 p. m., Blogger P. E. Rodríguez/R.Coll said...

Qué alivio debe dar escuchar a tu hija decir eso desde chiquita. O al menos a mí me lo daría.

Es como pensar que el mundo está repleto de antipáticos esquemas machistas, pero a tu lado se está entrenando otra interesante poseedora de la más profunda sabiduría, esa virtud tan femenina.

 
At 7/28/2006 4:39 p. m., Blogger basilia said...

clarísima la tenía la princesa!!

 
At 7/28/2006 7:39 p. m., Blogger Ludmilla 1789 said...

Esa anécdota la pinta tal cual es. Tierna e ingenua por una parte y por otra fatal...
Me asombra cómo a los cuatro años (y antes) los niños ya desarrollan sus pequeñas estrategias para seducir y convencer.
Y a su vez esas estrategias están marcadas por el género: masculino o femenino. Las mujeres somos mujeres desde chiquitas, ¡ja!
Me sorprendió con mis hijos ver cómo desde que nacieron prácticamente, la nena tenía conductas "femeninas" (si las hay...) y el varón "masculinas".
Va un gracias a los comentaristas masculinos por lo lindo que nos han dicho a nosotras las mujeres en este post =)
Rodrigo, me da alivio sí, que ella sea así. Siento como si estuviera más "preparada" para ciertos avatares.
Basilia: confieso (que no se sepa por ahí) que a veces siento que ella la tiene más clara que yo...

 
At 8/03/2006 10:07 p. m., Blogger Federico said...

Uh buenísimo.

Se sintió como aire fresco.


Otra de panaderías:
http://lakerslife.blogspot.com/2006/07/next-sunrise.html

 
At 8/06/2006 3:46 p. m., Blogger Ludmilla 1789 said...

Tato López, gracias por su visita.
Ya me marqué su blog, pronto tendrá noticias mías.

 

Publicar un comentario

<< Home